El envejecimiento es un proceso natural por el cual atravesamos todos los seres humanos y, aunque todavía no es posible revertirlo, si contamos con la capacidad de tomar decisiones acertadas que nos lleven a este momento de vida de una forma óptima y activa.
De acuerdo con expertos profesionales que han estudiado este fenómeno, si entendemos cómo funciona nuestro cuerpo y sabemos en qué consiste el envejecimiento, lograremos una buena calidad de vida en el proceso.
La Organización Mundial de la Salud en su informe mundial sobre “Envejecimiento y Salud” amplió el concepto de Envejecimiento Saludable como el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. Con este nuevo concepto, envejecer de manera saludable no significa no tener enfermedades, sino ser capaz de hacer durante el máximo tiempo posible las cosas a las que damos valor.
Para ello, algunas prácticas como adoptar un estilo de vida saludable y tener una buena nutrición y suplementación a lo largo de la vida, pueden influir favorablemente hasta en un 70% en el proceso de envejecimiento, mientras que un 30% se lo debemos al funcionamiento genético de nuestras células.
A este respecto, la Terapia de Reemplazo Hormonal Bioidéntica se convierte en un aliado de nuestra salud y nos puede traer beneficios importantes para mejorar temas relacionados a riesgos cardiacos, trombosis, entre otros, ayudando al cuerpo al proceso de repararse a sí mismo.
COMO ES EL PROCESO DEL ENVEJECIMIENTO
En este punto, teorías de la división celular juegan un papel clave, en especial la formulada en los años 90, donde se descubrió la relación entre el envejecimiento y la Telomerasa, que es una enzima natural cuya única función es conferir vida adicional a las células, alargando los extremos de los cromosomas, denominados telómeros, estructuras que protegen al ADN en los extremos de los cromosomas. En términos más sencillos son como las puntas plásticas de los cordones de los zapatos.
A medida que la célula se divide, los telómeros se acortan y al final, ésta ya no puede replicarse más y muere o se convierte en senescente, es decir, empieza a envejecer.
TELOMERASA Y HORMONAS
Algunas publicaciones y estudios han llevado a demostrar que los tratamientos de reemplazo hormonal con el uso de hormonas como la testosterona, estrógenos e inclusive la hormona de crecimiento y la tiroidea, han llevado a la reparación y activación de los telómeros, mejorando las condiciones del envejecimiento y acortando los riesgos de las enfermedades asociadas con la edad.
Según lo estudiado con el cuerpo humano, de los 18 a los 22 años, el organismo alcanza su máxima plenitud y a partir de ahí va iniciando un proceso lento de envejecimiento. Después de los 35 años, ya empiezan a influir otros factores químicos y hormonales.
Por ello, profesionales de la salud recomiendan cuidarse lo antes posible. Expertos advierten, por ejemplo, que son mayores los beneficios de los tratamientos relacionados con la Terapia de Reemplazo Hormonal cuando se inician antes de los 40 años.
Finalmente, se debe recalcar que para que el proceso de envejecimiento sea menos dañino y traumático, solo es posible con prevención y estilo de vida saludable. No olvide consultar con su médico de confianza para que los dos lleguen, en conjunto, al mejor tratamiento de acuerdo a su condición y su cuerpo.